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lunes, 31 de enero de 2011

Todos, con derecho a la vivienda (por Margarita Stolbizer)

"Es imprescindible alentar un pacto social de la tierra, para terminar con


los que hacen negocios (políticos o económicos) con las necesidades de la gente. Un acuerdo que contemple acceso, título, infraestructura, crédito y medio ambiente."

"Existe un remanido discurso sobre la distribución de la riqueza. Muchos exponentes son los mismos que, desde la función, en los tiempos de mayor bonanza, exhiben como resultado el aumento de planes sociales (se llamen como se llamen), focalizados, clientelares y nada transparentes, que mantienen la pobreza y ensanchan la desigualdad."
"Nuestro problema no es falta de tierras sino de políticas. Más del 60% de la población tiene dificultades de acceso a una vivienda digna."
Estos son algunos párrafos de la nota de Opinión de Margarita Stolbizer publicada en el Diario Clarín del Lunes 31 de Enero. A continuación reproducimos la nota completa.Clarín
Todos, con derecho a la vivienda
31/01/11 - Es imprescindible alentar un pacto social de la tierra, para terminar con los que hacen negocios (políticos o económicos) con las necesidades de la gente. Un acuerdo que contemple acceso, título, infraestructura, crédito y medio ambiente.

Por Margarita Stolbizer

Argentina es el octavo país del mundo en cuanto a su extensión territorial. Sin embargo, es uno de los menos poblados y el 80% de sus habitantes vive en el 1% de su territorio. Sin duda, la riqueza principal de nuestra Nación es su tierra y lo que ella puede sostener y producir.

Existe un remanido discurso sobre la distribución de la riqueza. Muchos exponentes son los mismos que, desde la función, en los tiempos de mayor bonanza, exhiben como resultado el aumento de planes sociales (se llamen como se llamen), focalizados, clientelares y nada transparentes, que mantienen la pobreza y ensanchan la desigualdad.

El principal error en la discusión de una política distributiva es olvidar que la riqueza no es plata, sino acceso a posibilidades, capacidades, condiciones e instrumentos para producirla; el capital, el trabajo y la tierra. Por eso es un error responder a las ocupaciones ilegales con la Gendarmería, en lugar de hacerlo con planes de distribución y acceso a la tierra, además de usar la fuerza del Estado para garantizar todos los derechos a todas las personas, la seguridad y la paz.

Este gobierno demostró incapacidad para administrar los recursos estatales priorizando a los más necesitados. También ha mostrado torpeza en el manejo del orden público y en la ausencia de una fuerza pública confiable después de ocho años de llegar al poder.

¿Cómo hacer para que en una nación con el extraordinario potencial que la nuestra tiene, dichos beneficios puedan ser distribuidos y aprovechados de manera más justa por todas las personas que habitan nuestro suelo? Se requiere consenso para alcanzar la equidad distributiva sobre tres pilares:

1. Disminuir sustancialmente los altos porcentajes de trabajo informal, a través de una política seria y sostenible de acuerdos entre el sector público y el sector privado, reglas de juego claras y una firme acción del Estado, con transparencia, para promover la inversión productiva. El empleo en negro limita al trabajador en su capacidad de negociación, baja los niveles de protección y dignidad, impidiéndole acceder, entre otras cosas, a un buen servicio de salud y a un crédito para su propio ascenso social.

2. Argentina tiene un sistema impositivo regresivo, que castiga la producción y el consumo, y beneficia las rentas extraordinarias y la especulación financiera. Es imprescindible producir una reforma sustancial de nuestra estructura tributaria, convocando a todos los sectores políticos, económicos, sociales y académicos, para reformular la composición de la masa de recursos que se coparticipa y reparte.

3. El acceso a la tierra, para vivir dignamente y para producir, debe también formar parte de este debate estructural. Se debe decir no al tema de las ocupaciones de tierras.

Hay que planificar y desarrollar la urbanización de zonas rurales, dotándolas de condiciones dignas para la vida comunitaria.

Nuestro problema no es falta de tierras sino de políticas. Más del 60% de la población tiene dificultades de acceso a una vivienda digna.

El acceso al suelo como factor de producción es también uno de los que más acentúa la inequidad en la distribución de la riqueza. Sin embargo, se multiplican los mega emprendimientos urbanos para los más pudientes. Si sólo el 10% de alguno de ellos se destinara a urbanizaciones sociales, aseguraríamos vivienda a miles de personas. Ese rentable mercado inmobiliario parece inasequible para el Estado. O hay falta de voluntad política.

Los planes federales de viviendas registran desde el año 2005 bajos porcentajes de ejecución y entrega. Florencio Varela aparece con el mayor déficit habitacional, y allí mismo cientos de viviendas están abandonadas.

Se necesita un pacto social de la tierra, para terminar con los que hacen negocios (políticos o económicos) con las necesidades de la gente. Que proteja a los pequeños productores que la hacen producir y asegure vivienda digna. Nuestro Bloque de Diputados del GEN, a través del diputado Horacio Alcuaz, impulsa una Ley Nacional de Garantía del Derecho Ciudadano a una Vivienda Digna, que contempla el acceso, el título, la infraestructura, el crédito y el medio ambiente.

Argentina necesita una profunda renovación ética y cultural, para que nos indignemos igualmente por la corrupción y por la pobreza extrema. Ambos son crímenes que deben ser atacados con toda fortaleza por el Estado y el Gobierno.

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